RITOS ÍNTIMOS EN LA VOZ DE LA SACERDOTISA...

Rituales poéticos en la voz de la Sacerdotisa...

Ritos Íntimos en la voz de la Sacerdotisa...

Entero, mío, erecto...

Mensaje a los lectores de mi blog.

Estimados Lectores: Mi blog no contiene imágenes porque mi intención es rescatar la seducción de las palabras. La poesía erótica justamente y según mi opinión, predispone a la fantasía y a la imaginación de quien lee y de quien escucha, ya que el género lírico fue concebido para ser recitado. Si la contaminamos con imágenes, estaríamos cercenando esa idea esencial y el valor del verbo.
Por otro lado, se deduce que todo se puede decir; sin embargo, lo que importa es cómo se dice.
Un poema erótico no es la escritura de una serie de onomatopeyas que dibujan el encuentro sexual, el verdadero talento en este terreno consiste en poner esos sonidos tan excitantes en palabras, de tal forma que el cuerpo se sacuda.
Una vez más, les agradezco su presencia aquí.
Mónica

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ritos Íntimos®©

puta 

a esa mujer
se le calca la ciudad en las ojeras
y sus estrías surcan trenes de sexo
por áridos parajes comandados por la lujuria
a esa mujer
un príncipe le hizo el amor en las orejas
y la rescató de sus fauces con un beso infecto
a esa mujer
las calles le amamantaron su virginidad
mientras sucumbía al ayuno voraz de sus ansias
a esa mujer
se le enumeran las arrugas, se le destiñe la boca
y una baba de asco le soborna la pasión
cuando no quiere pero quiere porque tiene hambre
a esa mujer
un cura de la noche la crucificó en la esquina
y le comulgó su semen en un derrame de lágrimas
con impuras constelaciones de humedad
a esa mujer
le envenenaron de chicle, de frío, de pastizal
y le desintoxicaron
con neones para reducir su rostro a una leyenda
a esa mujer
le escaldaron la lluvia y la sofocaron
con el coito del pecado
por eso hoy
dios la convocó
para encomendarle la cofradía de los demonios
barnizándola con sudor ajeno
y lamiendo su rictus en la vagina de las veredas
con un desvencijado luto flagelado por la cicatriz
que estigmatizó un dolor sardónico
por un embrionario deseo
que fertilizó el santuario púbico
en su lecho 

2 comentarios:

David Cotos dijo...

que intensa mujer.

Mónica dijo...

Sí, la intensidad es uno de los elementos de mi vida entera, más aún del género que en este blog trato. Gracias por la visita. Saludos.