Tu nombre está comiendo de la palma de mi mano
las migajas de los latidos rojos
del consuelo eterno de la luz
en los tañidos que agolpa mi sangre que ama.
Las torres del silencio rastrean tu gracia
para socavar la circense aparición de un adiós.
No hay noches claras
ni claridades en las noches.
Sólo metáforas rondando con zancos
en medio de una calle de piedras
con farolas quemadas por tu boca.
Tu nombre me devoró el aliento
y me condujo a la niebla de un olvido.
4 comentarios:
¡¡¡TE FELICITO!!!
Mary Francis.
Las poesías, buenísimas!!!! Seguiré leyendo. Me gustaron. Besos.
Marta Stoppello de Gómez
Un grande!! Gracias por compartirlo. Te quieroooooo
Buena semana HERMANA!!Y GRACIAS por alimbrar mi camino humilde, pero construido con mi mejor buena voluntad!!
A vos, hermana, por aceptar lo que se ofrece limpiamente y por la sencillez y transparencia de tu alma.
Publicar un comentario